viernes, 11 de febrero de 2011

TRABAJO ESCLAVO

      Desde hace varias semanas observo la preocupación de cierta parte del periodismo con respecto a los trabajos esclavo que se detectó en algunos lugares donde realizan sus actividades trabajadores rurales.
      Esta modalidad no es nueva en nuestro país y se puede decir que data desde fines del siglo XIX o principios del XX.
      A pesar de que el General Perón, siendo Secretario de Trabajo, propuso al Congreso Nacional el denominado Estatuto de Peón Rural, que fué sancionado el 8 de octubre de 1944 y por el cuál se mejoraba notoriamente la actividad de esos trabajadores y además dictaminada otros beneficios, tales como el descanso dominical y vacaciones pagas, su aplicación fué muy resistida por la Sociedad Rural Argentina, planteando su descontento con la sanción de dicha norma. Esta actitud era de esperar ya que los empleadores rurales estaban acostumbrado a tratar a sus trabajadores de una manera semiservil y aún, despues de tantos años, aún continuan con tal proceder. Estas posturas ya lo decía José Hernandez en su versos del "Martín Fierro"  y Atahualpa Yupanqui en sus complas "Del Payador Perseguido", en una parte expresa: "El estanciero presume de gauchismo y arrogancia, él cree que es estravagancia que su pión viva mejor, más no sabe ese señor que por su pión tiene estancia".
      El Estatuto de Peón Rural, fué muy poco aplicado, considero que se debió a una falta de control por parte del Estado y por el desisteres demostrados por los sindicatos en requerir su cumplimiento. En cuanto al trabajador no podemos responsabilizarlo de no exigir sus derechos, ya que en los lugares donde desempeñan sus actividades (campo afuera) solo contan  con la alternativa de ese trabajo, sin posibilidades de conseguir otros en las acercanidas donde habitaban.
     A pesar del rechazo  del sector agropecuario y su no cumplimiento de dicha norma, ésta se mantuvo durante más de tres décadas hasta que el Ministro de Economía del gobierno de facto, José Martinez de Hoz la derogó y sancionó en su reemplazo la Ley Nº 22.248 determinado que el trabajo agropecuario se regirá por dicha ley, por voluntad de las partes y los usos y costumbres, tal como exigia la Sociedad Rural Argentina. Esta ley es la que aún se encuentra vigente y la propuesta presentada por el actual Poder Ejecutivo se halla durmiendo en el Congreso de la Nación sin que se haya escuchado una justificación  que avale tal proceder.
      Con lo expuesto quiero decir que no nos tenemos que sorprender este tipo de hechos y sí debemos decir que también existen en otras actividades y en la mayoría del territorio argentino y los sindicatos hacen que ignoran esas situaciones, tales como los salarios que figuran en blanco en un montón inferior al real percibido por los trabajadores, jornadas que exceden de las normales sin el pago determinado legalmente como horas extraordinarias y tambien la gran cantidad de trabajadores que se encuenran en negro. Pero los sindicatos actúan solo cuando hay un reclamo de los trabajadores perjudicados.
      En cuanto a la actividad sindical y sus organizaciones me ocuparé en otra oportunidad, dado que considero que debe existir en reordenamiento que impida que sus dirigentes sean perpetuos en sus cargos.

                                                                             José Bernardo Erca
11/02/2011

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